Chanzas al macrismo.- La Presidenta tuvo un poco de chichoneo con el macrismo cuando al momento de anunciar la estatización de ferrocarriles argentinos pidió el apoyo del bloque Unión PRO, amparándose en que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, declaró públicamente que reivindicaba “las banderas del peronismo”. Federico Pinedo, titular del bloque macrista, respondió con una sonrisa y haciendo la V de la victoria, mientras que sus compañeros de bancada festejaban la ocurrencia.
Limpieza del Riachuelo.- Otro de los momentos destacados fue cuando la Presidenta hizo mención a la limpieza del Riachuelo y apuntó que, pese a ser un ente tripartito entre Nación, Provincia y Ciudad, “la plata la puso el Gobierno nacional”, y en la imagen mostraron enseguida la cara del gobernador Daniel Scioli. Además hubo un fuerte respaldo al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, cuya labor de renovación de los ferrocarriles fue destacada por la jefa de Estado.
Polémica por los cartelitos.- Una polémica se inició cuando la mandataria pidió a los diputados Berta Arenas (CF-San Luis) y Claudio Lozano (Unidad Popular) que bajaran los carteles que tenían leyendas como “AMIA. Apertura de archivos” y “AMIA. Comisión investigadora”. “De la AMIA no necesito carteles para hablar; hablo desde 1994. A los que me ponen cartelitos para que hable de la AMIA, de la AMIA hablo desde 1994; desde 1996 cuando denuncié a (el ex juez Juan José) Galeano y a todos los que encubrieron y no permitieron que se sepa la verdad”, dijo la Presidenta. Cuando avanzó con sus críticas al Poder Judicial, el radical Gerardo Morales pidió una moción de orden para volver el “debate” a su curso, a lo que Cristina respondió: “voy a volver al debate”.
Temprano éxodo de Michetti y “Pino”.- El primer tramo del discurso fue bastante denso, basado en datos económicos que no despertaron mucho interés entre los legisladores, ya que Gabriela Michetti y Ricardo Alfonsín se concentraron rápido en sus celulares. Cuando promediaba la media hora de discurso, la senadora macrista decidió la retirada y fue la primera legisladora en abandonar el recinto. Un ratito después fue el turno de Fernando “Pino” Solanas.
Desde una combi.- Cristina saludó al salir del Congreso y luego desde una combi. Sus seguidores la vivaron y resistieron, por momentos bajo la lluvia, las tres horas y media que duró su discurso. Así, se despidió de sus numerosos partidarios que, desde temprano, fueron ocupando la plaza y las calles laterales, así como la avenida Callao hasta el cruce con Corrientes. A baja velocidad, la combi circuló con la ventanilla baja. Varios pudieron darle la mano, intentar un beso, sacarle una foto y gritarle su apoyo político.
Bombos y trompetas.- Los bombos, y algunas orquestas con trompetas y trombones, hicieron lo suyo y animaron la tarde. Los globos y dirigibles inflables de gran tamaño de destacaban en los aires, con consignas a favor del Gobierno y de Cristina. (DyN)